Hoy fui a mi nueva escuela, la 135, y como no había nadie, salvo el portero Guillermo que vive atrás de la escuela, me quedé a hablar con él.
Pude pasear y mirar mejor todo, y descubrí que me equivoqué con el tamaño; tiene un patio más grande que la 57, una canchita de fútbol, y un patio de césped natural frente a la iglesia que está al lado de la escuela, y puedo usar todos esos lugares, obvio, coordinando con el profe de la secundaria.
La iglesia está abandonada, así que veremos si me dejan refaccionarla y usarla como salón cubierto, un trabajo grande, pero vale la pena, me quedé muy entusiasmado con esa posibilidad.
Pude recorrer toda la escuela: tiene una linda biblioteca, sala de profesores con heladera, cocinita, lugar para guardar galletitas y demás. Sala de computación y de proyección de videos.
El baño de los chicos y las chicas, más el baño de docente, está impecable; el de docentes también cuenta con ducha, genial! jajaja!
Cosa de escuelas rurales: tiene una habitación con camas y armario para aquellos docentes que se quedan a dormir.
El comedor es enorme y es compartido con los chicos de la secundaria; cuando los docentes se quedan a dormir, pueden contar con él para cenar y desayunar; es una linda opción si es que puedo poner dos días seguidos para dar clases, jajaja! siempre y cuando pueda agarrar más trabajo a la tarde.
Al lado de la escuela hay unos galpones que usan para dar talleres, y me gustó muchísimo esa posibilidad. Hay un profesor que enseña sobre huertos, plantas, y más, ya que es zona agropecuaria. Ahora, hablando con Guillermo le comenté las posibilidades de la tecnología Keshe, y... bueno, tengo que hablar con la directora para ver si puedo poner un taller de plasma para trabajar y enseñar, y me pinta que a la directora Silvia le va a gustar mi proyecto, porque trae muchas soluciones a la salud (tengo apuntes de plasma en agronomía, pero los tengo que traducir y estudiar). Lo bueno de esos talleres es que si se hacen, reciben el pago del estado como si fueran horas cátedra, pero mucho mejor aún es que pueda aportar algo bueno a esa comunidad.
¡Arreglaron el camino! por suerte sacaron los pedazos de cimientos que habían tirado como escombros, y taparon todos los pozos; dura unos años, dicen; tengo dos formas de llegar: uno de tierra que está lisito, y otro con ripio, que conviene los días de lluvia.
Guillermo quedó en averiguarme donde puedo comprar leche de vaca recién ordeñada, que quiero hacer dulce de leche casero, jejeje, mmmmm, me acuerdo el que hacía mi mamá y mi abuelo, una delicia, nunca probé dulce de leche tan rico como el que se hace con la leche pura.
Por lo que me dijo Guillermo hay una linda cantidad de materiales, y un armario para guardarlos; pero no pude pasar para contar que tengo de cada cosa.
Tienen un depósito donde tiran todas las sillas y bancos rotos, que llega hasta el techo de tanto cachivache, así que tengo hierro de sobra para armar otras cosas para los deportes.
Tengo la posibilidad de armar unas lindas pistas de atletismo, de enseñar lanzamientos, de armar cajón de saltos, uf...
Veremos como son los profes, pero... quizás se pueda coordinar las secuencias de trabajo con los profes desde el jardín, de modo que lleguen a la secundaria con muy buen trabajo de base, y que se pueda prolongar en secundaria.
Recorrí el secundario, el edificio tiene un año de terminada la parte que agrandaron, parece un privado de lindo. Las aulas tienen estantes donde los alumnos dejan sus mochilas y llevan a las mesas solo lo que van a usar, nunca había visto eso, está muy bueno.
Los enormes cuatro perros del auxiliar me recibieron bien, jajaja, con lo bichero que soy, hermosos!
Volví a mi casa con un sentimiento nuevo; estoy en un ambiente totalmente distinto adonde he estado toda mi vida, y espero poder ser de utilidad a esa comunidad, con mi trabajo en Educación Física, y ver si puedo añadir mis conocimientos con la tecnología de plasma.
Soy el profesor que tiene más horas en la escuela!
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