miércoles, 10 de febrero de 2010

Un día de madera

Hoy me la pasé armando la cucha para Brisa; rabié bastante, porque el taller está lleno de maderas que no sirven para nada, pero que mi viejo no quiere tirar.
Supongo que debe ser difícil ¿A quién no le pasó? Te encontrás con cosas guardadas que tienen historias…
Entre las maderas que encontré, algunas vienen de un mueble que él había hecho para la pre-fabricada, la primer vivienda que mis viejos compartieron; recuerdo el día que desarmamos ese mueble… a mi me dolió… me imagino que a él mucho más…
Lo había armado con cajones de armamento militar, lo mismo que mi primer mesita de luz, que aún la tengo. Si mirás dentro del cajón de la mesita, donde no hay pintura, se ven los números de serie.
Pero bueno… hay muchas maderas que son recortes inútiles. Miro en el pasado de mi viejo, y encuentro mucho que debe rondar en su cabeza, y que le hace imposible librarse de algunas de esas cosas.
Hace mucho buscaba algo en el lavadero, y me encontré con los últimos remedios que tomaba mi mamá cuando estaba agonizando ¿Para qué los guardaba? Me parece un recuerdo deprimente. Entre esas cosa encontré una radiografía del cáncer, cuando se le había expandido por todo el cuerpo, y me puso muy mal.
Viendo las radiografías, ya no tenía salvación, pero fue hasta último momento que yo esperaba el milagro, y cuando la vi volver del hospital en sus últimas horas…

Bueno, pasaron muchos años ya y no pasa un día en que no me acuerde de mi madre con dolor; sus últimas nueve horas de vida me pegaron muy duro ¿Será por eso que escribo tanto sobre la muerte, los ángeles y demonios?

Me re cansé hoy, jajaja! Y solo estaba armando una cucha!
Ah! Brisa dio sus primeros pasos en la cinta! Tuve que hacer así: prender la máquina y sentarme al lado de ella para hacer que no ladre y calmarla; luego la invité a subirse y sentarse, con la máquina apagada; luego prendí la máquina de nuevo y la invité a comer algo que tuve en mi mano pero por arriba de la cinta, así que si ella lo quería comer, tenía que pasar sobre la cinta. Le gustó el juego, estaba re linda! jaja! Solo una patita puso  dejaba ir y venir, jajaja! Pero luego se animó a ir por el bocadito y terminó caminando unos pasos sobre la cinta, pero es cachorrita aún, ya va a aprender.

Uf! mañana a empezar de nuevo…

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