jueves, 22 de enero de 2015

A un día de mudarme...

Hoy es el último día que la paso en la casa donde crecí y viví casi 50 años.
Es mucha mi angustia y no lo puedo evitar, siento un nudo en la garganta y me dan ganas de llorar, es muy, pero muy triste dejar la casa de mi infancia, mi adolescencia, y también de mi vida de adulto...
Si... ya sé lo que me vas a decir, que estoy un poquitito grande para ponerme mal de dejar la casa de "papi y mami", pero así es como me siento.

Muchos años atrás mis padres le preguntaron a mi hermano: "-Queremos hacer una habitación sobre el taller y el lavadero para vos ¿querés?"; mi hermano primero se enojó porqué pensó que se lo querían sacar de encima, mi mamá entonces me miró y me dijo: "-¿Vos querés?", y yo super contento le dije que si ¡Iba a tener toda la privacidad! ¡Genial!
Comenzamos a hacer la casa con mi papá, pero... yo hice poco a decir verdad, era bastante pesado poner los ladrillos, ayudé un poco, pero mi viejo hizo la mayor parte del trabajo.
También colaboré con el piso de cerámicos, con los cerámicos del baño, y ayudé mucho con el techo y el cielo raso de machimbre ¡nos costó un montón hacerlo! pero fue una linda experiencia compartirla con él.
Ahora, por alguna extraña razón me angustié cuando la terminamos, pensé con mucha tristeza: "-Voy a envejecer y morir aquí", como si fuera que me di cuenta de que iba a pasar toda mi vida en un mismo lugar.
Pero bueno, el tiempo pasa, y pasa, y pasa, viví muchas experiencias con mi familia en mi pequeña casita de 10 m x 4 m, con una habitación, un baño, y una pequeña terracita.
Estaba independiente, pero compartía igual mis días con ellos, sabía que estaban ahí, en la casa de abajo.

El último recuerdo que tengo de mi madre subiendo a mi habitación, fue cuando ella estaba enferma de cáncer, que era terminal (y yo no lo sabía); era navidad, y subió a ver si había puesto el arbolito, pero... con la tristeza de su agonía no lo hice, y es algo que hasta el día de hoy me arrepiento, porque ella hubiera querido verlo armado y no lo hice (me he arrepentido de eso desde entonces).

Ahora dejo la casa de mis padres, a mis casi 50 años. Dejo el lugar donde conozco cada rincón, donde están todos mis recuerdos, mis experiencias, mis penas y alegrías, donde mi madre vivió y murió ¡Cómo recuerdo nuestras mateadas, mamá, nunca volví a compartir una mateada así con nadie, con las charlas tan lindas que teníamos, de poesía, de cuentos, de historias de fantasmas, de los descubrimientos de la ciencia, de sus recuerdos del campo, y de filosofar tanto de la vida...! ¿Te acordas cuando hablábamos de las experiencias paranormales que tuvimos? No conozco gente con quien hablar en persona de esas cosas.

Donde estoy ahora vivo a vivir quien es mi pareja, hace ya poco más de tres años, cuando nació nuestra hija Ludmila, y muy pronto la casa nos quedó pequeña.
Buscamos comprar un terreno para construir, pero no nos daban los pesos; buscamos comprar una casa hecha... tampoco; ni hablar de un departamente ¿alquilar? es regalar la plata, no...
Entonces nos vinimos a vivir acá, pero a ella no le gustaba la casa chica, ni es de convivir mucho con mi padre, así que por el bien de mi hija y de mi pareja, seguimos buscando donde irnos.
Mi suegra tiene un terreno grande y nos ofreció construir en la mitad; aceptamos (acepté no muy convencido) y comenzamos a hacer la casa ahí.
Nos llevó un par de años, y ahora está terminada, lista para recibirnos...
Y ahora que está terminada, estoy angustiado...

Acá queda mi perrita Brisa, a quien no puedo llevar porque allá hay dos perros grandes.
Acá queda mi viejo, muy, pero muy triste, porque dice que nos va a extrañar, que desde abajo nos escuchaba hablar, escuchaba a su nieta gritar, nos escuchaba cantar divertirnos, y se reía de la vida y la alegría que escuchaba arriba.

Ahora la casa queda en silencio...

Y no puedo evitarlo ¡No quiero que las cosas cambien!

Me gusta la casa nueva: es más grande, tenemos cocina, comedor, pasillo, dos habitaciones (una que va a ser solo para Lu), y un baño, todo re grande en comparación a lo que tenemos ahora.
ES LO MEJOR PARA MI HIJA! Tiene mucho espacio para andar en bicicleta, en cuanto arregle el césped va a tener mucho verde, le voy a poner juegos como el tobogán, hamacas, etc, voy a poner una fuente de agua grande, en fin... va a quedar re lindo!
Además, mi cuñada (gemela de mi mujer) está en la casa de adelante con mi suegra, así que mi mujer se va a sentir acompañada y va a estar más tranquila; además, me llevo bien con mi cuñada y mi suegra, así que va a ser linda la convivencia.

Me preocupa los $$$, porque donde estoy ahora mi viejo me ayuda con la luz, el gas, pero donde voy todo depende de mi, y no tengo ayuda económica, y está dificil agarrar más trabajo, no quiero que mi mujer trabaje, sino que termine la facultad...

Mi familia sabe lo triste que estoy ¿tanto les cuesta decirme "no te preocupes hijo, sabés que vas a estar mejor, es solo al principio, te vas a acostumbrar"? ¿tanto le cuesta decirme "te voy a extrañar pero nos vamos a estar viendo, estamos acá nomás, hablamos por spyke, por teléfono?"
Pero no... solo me dicen que también van a estar tristes... y no hay nadie ¡NADIE! que me diga "vas a estar bien, vas a estar mejor ahí, mucho mejor que donde estás ahora."

Bueno, en fin...
Me estoy mudando por vez primera a una casa nueva.
Dejo atrás a mi viejo, a mi perrita, a la casa donde tengo millones de vivencias y emociones, a mi casa de toda la vida, mi hogar desde la infancia.
Sí... los voy a ver dos o tres veces en la semana, pero no es lo mismo que vivir todo el tiempo ahí.

Me espera una aventura nueva, siento miedo del nuevo viaje.
Sé lo que me dirán: "hay cosas peores", "ya estás grande para sentirte así", etc.
Pero bueno, solo quise compartir con vos mis emociones...

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