Como meditar teniendo un bebé
(publicado en el blog de "El Método Sïlva")
(publicado en el blog de "El Método Sïlva")
Antes de nacer mi hija Ludmila,
meditaba un mínimo de dos veces por día en sesiones de media hora. Era normal
hacer hasta cinco sesiones, con duraciones de media hora a una hora.
Cuando llegó a nuestra vida nuestra
hermosa pequeña dormía media hora y se despertaba; esa rutina duró poco más de
un mes, y hasta el año y medio no dormía más de dos horas seguidas por las
noches, despertándonos varias veces. Mi cuerpo no alcanzaba la fase de sueño
profundo y regenerativo, por lo que no podía recuperarme.
Al despertarse busca nuestra
atención casi todo el tiempo ¡que es totalmente normal y es muy lindo! nuestros
tiempos se ven muy reducidos, a todos nos pasa igual.
Es realmente hermoso tener un
bebé, y también es una gran verdad que ese enorme cambio en tu vida te trae un
gran estrés: no puedes dormir, cambian tus prioridades, debes reorganizar tus
tiempos ¡y mucho más!
Los momentos en que puedes
meditar son muy pocos (y al principio quizás no tendrás ninguno), y el aumento
del estrés hace que sea cada día más importante el poder meditar.
Así que aquí va mi experiencia de
padre primerizo:
- Primero y principal: descansa o medita cuando el bebé duerma, no te presiones para meditar.
- Ponte de acuerdo con tu pareja para apartar un tiempo para meditar, mientras uno se hace cargo del bebé, y respeten esos tiempos.
- En cualquier momento respira profundamente y haz un recorrido mental por tu cuerpo, relajando cada parte que encuentres tensionada.
- Utiliza varias meditaciones de cinco minutos en vez de meditaciones largas.
- Desenfoca los ojos y visualiza una cuenta regresiva del 100 al 1, del 50 al 1, 25 al 1, etc., proyectándola en tu pantalla mental sin cerrar los párpados (por si estás cuidando a tu bebé).
- Utiliza el método de desenfocar la vista para meditar en cualquier momento, no dejes que el estrés gane lugar (verás doble o borroso al desenfocar los ojos, recuerda que el enfocar la vista lleva tu cerebro al nivel beta).
- Cuando lo tengas en brazos, respira profundamente y rodea tu bebé con una luz blanca, imagínala, siéntela, te ayudará a que ambos se relajen y podrás utilizar esto como meditación.
Ten en cuenta que
los primeros seis meses de una beba son
fundamentales para formar engramas en su cerebro que van a reproducir los
estados anímicos de su madre, y son para el resto de su vida! Es muy
importante que la madre esté muy relajada, de modo que el cerebro del bebé
forme estructuras que reproducirán tendencias a estados anímicos relajados en
circunstancias estresantes, cuando crezca.
Tener un bebé
es una hermosa experiencia que te cambiará toda tu vida, y sus primeros años
serán muy importantes para formar toda su personalidad ¡aprenderá todo de ti,
inclusive tus estados anímicos no exteriorizados! Si te ve meditar incorporará la meditación en su vida, para siempre.
Siéntate en el
suelo a meditar. Cuando sea mayorcito y ya gatee o camine, te verá, te trepará
y ambos se divertirán, y aunque no puedas meditar ¡disfruta el momento!
En lo
personal: mi pequeña tiene dos años, cuando me ve se sienta en postura india y me
copia haciendo pequeños moooooommmmm (la versión del mantra
om que nos enseñan en el Ultraseminario de Control Mental Silva), lo que es
divertido para ambos y sé que estoy dándole el regalo de la meditación a edad
muy temprana.
Y esto es muy importante:
disfruta de tu bebé, son tiempos que no volverán a repetirse, aparta tiempo
para la meditación pero no apartes tiempo que tu bebé quiera compartir con vos.
Que sentir
amor sea también otra forma de tu meditación.
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