Una noche me desperté muy triste, con un nudo en la garganta por un sueño muy extraño...
Soñé que estaba en la cima de una montaña, era de noche y el cielo estaba muy oscuro, con una negrura impresionante.
Levanto los ojos al cielo y veo muchas luces moviéndose, noto contra las estrellas los bordes oscuros de muchas naves dejando la Tierra.
Me despido de ellos con ganas de llorar, sabiendo que va a pasar mucho tiempo antes de volver a verlos, me dejan aquí, soy parte de ellos... son mi familia...
Me quedo con una misión... ¿Cual?
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Pasan los años y tengo otro sueño:
Voy viajando por el medio de un desierto, el cielo está oscuro en el horizonte como si hubiera una tormenta a lo lejos.
Mucho más adelante hay una estructura: tiene una base circular de piedra de unos quince metros de diámetro, de color claro, con varias columnas de piedras que sostienen un techo abovedado.
Hay algunas cortinas de color rojo, en el centro hay una mesa para un ritual.
Cuando llego me encuentro a varias mujeres muy hermosas, una de ellas es de piel morena, de pelo largo lacio y negro, ojos negros, de mirada achinada y hermosa sonrisa.
Cruzamos nuestras miradas... la reconozco.
Es mi esposa...
Despierto sabiendo que esto es en otro mundo...
 
 
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