miércoles, 28 de enero de 2009

Guau! que lindo que quedó!

Ayer con mi novia nos dedicamos a arreglar mi pieza y cambiamos la biblioteca de lugar.
Fue un solo cambio que hicimos, movimos mi primer mesita de luz (si… todavía la tengo… jeje… ojo con lo que decís, eh! jajaja) que fue para un lado y volvió varias veces, cambiando posiciones con la mesa de la compu, hasta que le encontramos un lindo lugar.
Volé una mesa y tres sillas que tenía, que me las había traído de la escuela hace unos años porque las habían tirado afuera ya que estaban rotas y las reparé; en lugar de las sillas traje otras mucho más lindas, y con todo quedó mucho más grande la habitación.
Nunca me había dado cuenta de la cantidad de chirimbolos que tenía de adorno, y al mudar la biblioteca me di cuenta lo lindo que quedaba solo con los libros y algunos adornitos, así que hoy me toca tirar más cosas…

En un libro sobre salud, actividad física y juventud funcional-orgánica, leí lo bien que le hace al cerebro el hecho de cambiar las cosas de lugar ¡increíble!
Resulta que nuestro cerebro traza un plano en donde coloca lugares, dimensiones, contenidos, etc, de todas las cosas que tenemos, de modo que al necesitarlas solo la convocamos y las vamos a buscar; cuando cambiamos las cosas de lugar, al ir a buscarlas debe “refrescar” el almacenamiento, logrando nuevas conexiones neuronales, lo que hace que el cerebro esté más activo y no caiga en un aplacamiento rutinario. Estas nuevas interconexiones necesitan nuevas irrigaciones sanguíneas para mantenerse y funcionar, y esto re activa las interconexiones neuronales.
Cambiar los muebles es una pequeñez… pero ayuda a mantener la “juventud funcional” del cerebro… ¿y sabés qué? quedó re linda mi pieza! Gracias amor por la ayuda!

1 comentario:

  1. maria elisa dice:
    28 Enero, 2009 en 19:03
    jaa una clase de cerebro me idste jejeje naa no sabia eso bueno algo nuevo ya aprendi y gracias a vos!!! beuno me alegro el arreglo de tu pieza!! nos vemos primo cuidate!

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