Bienvenida a mi vida, Brisa!

El jueves pasado estábamos entrenando cuando Agus empezó a gritar: –¡Romy, Romy! ¡vení, mirá!
Todas las chicas corrieron a ver; yo estaba con el grupo de 6° división cuando veo que todas las chicas de 1° se juntan, y luego Romy viene con… una cachorrita en brazos…
-¿Te gusta?-
-Si… me la voy a llevar.
Durante el entrenamiento Romy, Kary, y Ga se turnaron para cuidarla, también le pidieron a Gi, que la agarró medio del lomito y la tenía como si tuviera manija, jajaja!
La perrita lloraba, pobrecita! muuuuuuuy chiquitita, quizás iba con la mamá y se perdió, o quizás se escapó y llegó al club de casualidad, o quizás alguien la tiró por abajo del tejido, para que las chicas lo vieran, no sabemos… pero llegó…
El primer día no me dejó dormir… mi novia dormía profundamente y yo tenía que estar con una mano tocando la perrita, o dejando que me huela para que se duerma, porque seguro extrañaba a su mamá; cuando la dejábamos en el piso empezaba a buscar por todas partes, pobrecita! seguro buscaba a su mamá!
Bueno, pasó la primer noche y al otro día se levantó curiosa; estaba re feliz, y nos saltó a mi novia y a mi todo el tiempo, mordiendo, a los lengüetazos, y dándonos en la cara con esas patitas tiernas, que linda!
Hacía mucho que no tenía una cachorrita, y el primer día con ella fue una angustia para mi, porque no pude evitar acordarme de la Bonita y los 15 años que pasamos juntos, y me di cuenta lo mucho que la extraño.
Dudé al segundo día… es que la pequeña no me dejaba dormir y no podía dar dos pasos sin que estuviera en mis pies, y… llevo tantos años sin una pichicha que por un momento me sentía como que no daba para tenerla, que me iba a quitar mucho tiempo… y me sentí muy angustiado…
-Tenés que hacerle una cuchita que tenga paredes, para que se sienta contenida –me dijo.
Le armé una cuchita con una caja ¡y funcionó! ya no lloraba tanto ni pedía subir a la cama, se metía en la cajita y de ahí me miraba.
El domingo me fui al partido contra Sant Michael ¡felicitaciones chica, por otro partido ganado! 2 a 1… ídolas!
Mi gordita se quedó en la cocina sin terminar, arriba, y mi viejo me comentó que cuando llegó de la misa… (ah! FELIZ DÍA DE LA MADRE! ¿habrá alguna mamá leyendo esto?) la bichita lloraba a los gritos, que se la escuchaba desde afuera; la bajó y la dejó en el patio, y se quedó tranquila ahí, jugando en el pasto, tomando sol ¡toda la mañana!
Cuando llegué estaba acostadita en otra cuchita en el living, al principio me miró y después reaccionó, vino corriendo a darme la bienvenida ¡que linda, era una super colita moviéndose!