Ya sea que estés en un club o en una clase de Educación Física, siempre sé vos mismo.
Hace muchos años (estaba en mis primeros años de profesorado y recién empezaba a trabajar en lo mio), me ofrecieron una clase de Gimnasia Deportiva, deporte que me fanatizaba tanto que ya en los primeros años me había estudiado todo el material correspondiente a todos los años del profesorado. También había logrado varias destrezas técnicas con calidad: rondo flic flac (hasta 8 seguidos), mortal atrás, mortal en plancha, pirueta (mortal en plancha con un giro), tempo (flic flac sin apoyo de manos), y media luna sin apoyo de brazos.
Cuando tomé el club estaba acelerado, y cuando di mi primera entrada en calor ahí cometí un gran error, del cual no tenía idea que lo fuera: me subí a un banco y empecé a dar 100.000 indicaciones jugadas, con un alto contenido de energía por mi parte, sin parar de hablar ni un segundo; el resultado fue que mis clases eran rearchisuperdivertidísimas, con un enorme desgaste de energía... para mi...
El asunto resultó así: comencé mis clases mostrando una imagen que llamó mucho al alumnado, y luego, con el desgaste normal del tiempo (exámenes de fin de año, otros trabajos, la vida en sí!), me fue cansando, y ya no tenía la suficiente energía para mantener un carismo que no era mío, y al bajar mi nivel de intensidad en expresiones y palabras, resultó en un impacto donde el entorno social pensaba "¿el profe no quiere dar más clases? ¿qué le pasa al profe?".
Entonces empecé a perder alumnas, y finalmente, exhausto de mantener esa postura, renuncié al club.
¿Y de donde salió esa postura? Cuando estudiaba en el profesorado conocí a un profesor de Atletismo con una pilas bárbaras, el profe no bajaba nunca los brazos, y tenía un carácter!
Él nos decía: "no importa si tenés cáncer, si se te murió toda la familia, a mi me cumplís con los trabajos prácticos y con las pruebas físicas y teóricas, y si tenés un problema es asunto tuyo, a mis clases se viene puntual, bien arreglado, y con ganas, sino no vengan". Punto, directo.
A C. M. nadie le fallaba, no se llegaba tarde, siempre le entregaban todos los trabajos prácticos puntualmente.
Lo admirábamos, para muchos compañeros era el ideal a seguir, es más, muchos nos anotamos en un gimnasio donde él nos entrenaba.
Ahora, él siempre tenía una alta energía, pero con los años fue cambiando, empezó a mostrarse más huraño, de mal genio.
Pensamos que era una etapa, pero en sus últimos años de profesorado ya estaba muy mal, se sentaba en una silla y el alumnado se subía a los aparatos de gimnasia (también enseñaba gimnasia deportiva) y lo miraban esperando que les diga qué hacer... pero nada... simplemente tenía la mirada perdida.
Una noche me acerco al campo donde daba atletismo y lo veo calificar a las chicas de primer año, las hacía pasar a todas juntas haciendo skipping A, y simplemente les gritaba mal: "-¡Todas son un desastre! ¡CERO!", y vi que les ponía como nota un cero a todas las chicas.
Muchas chicas lloraban, él simplemente las trataba mal a todas, y con los varones ni hablar, más de uno lo sacudió del cuello.
Al poco tiempo le dieron licencia por psiquiatría: tenía el síndrome de Burnout (síndrome del profesor quemado).
C. M. nos contaba que cuando estaba en el profesorado trabajaba todo el día, dormía 4 hs por día, el resto del tiempo estudiaba. No tenía tiempo para entrenar, así que cuando iba al profesorado en tren se bajaba una estación antes para ir corriendo los 5 km hasta el instituto. En el profesorado corría las escaleras arriba, a veces lo volvía a repetir un par de veces. Entre recreo y recreo practicaba. Terminó el profesorado y seguía con el mismo ritmo.
Años después terminó dejando el profesorado...
Entonces, sé vos mismo al dar clases, no le pongas las pilas que no podés mantener, porque a la larga lo vas a terminar pagando.
Tu cuerpo es tu herramienta de trabajo, y así como un violinista afina su violín y lo mantiene a punto todo el tiempo, vos también te tenés que mantener a punto.
¿Lo estás haciendo? ¿Entrenás? ¿Te cuidás con las comidas? ¿Cómo están tus cuerdas vocales?
Cuida tu ser en las clases, y acordate que en tu vida personal y privada también tenés que cuidarte, porque siempre se refleja todo lo que llevás en tu interior.
 
 
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