No todas las clases son iguales, siempre vas a tener clases más fuertes,  otras medias. y otras suavecitas… ¿que vas a pensar de cada una? cuando  es una clase fuerte y no te dan más las piernas… salís pensando "esto  no es para mi"; cuando es una clase suave "esto es pan comido"…
Una  vez un profe me contó que tenía unos vecinos que salían y corrían por  horas! cuando se los encontraba le invitaban: -¡Vení a correr con  nosotros, dale che, no seas cobarde, vos… que sos profe de Educación  Física tenés que estar en estado!, y medio lo cargaban, pero él no podía  porque estaba trabajando.
Llegaron las vacaciones y un día aceptó;  salieron a trotar y él agarró su ritmo habitual; al principio sus  compañeros iban charlando, bromeando, pero después se pusieron serios,  él no entendía que pasaba…
Al rato le dijeron: -¡Pará, pará, que no podemos más!
Él  no lo había hecho a propósito, lo que pasaba es que vecinos salían a  correr siempre con la misma intensidad, y el solo les metió un poquito  más de presión… y los desarmó…
Y te pasa… y es parte del entrenamiento… si toda la vida corrés a 120 pulsaciones por minuto, el día que te piden 140 morís!
Pero si todos los días salía a correr a 170 o 180 pulsaciones… después no vas a tener tiempo de recuperarte y te vas a agotar…
Entonces  así entrenamos: unas clases van a ser fuertes, para pedirle más a tu  cuerpo; otras van a ser más tranqui, para que recuperen.
Algunas  veces van a hacer cosas nuevas, y como eso lleva tiempo y les tengo que  ir corrigiendo la técnica… usamos las clases tranqui…
En otras, van a aplicar cosas que ya conocen y van a trabajar más fuerte, para que tu cuerpo aprenda a hacerlo…
Tu profe se fija y para eso planifica… un día más fuerte, otro no… una semana más fuerte… otra no…
Pero todo esto no funciona si ustedes no tienen continuidad… a ponerse las pilas entonces!
 
 
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