Ya tenemos el salón reservado, falta la comida y los regalitos para la beba.
Romy compró los souvenirs a una señora que los hace en Miramar! Queda re lejos, pero como a ella le gustó los artículos se decidió por el envío a Morón.
La señora Karina S. nos dijo que el envío a Morón sale $40, así que aceptamos.
Pero he aquí que después nos manda un mail diciendo que no iba a Morón, sino a Retiro!
Me enojé ¿cómo a Retiro? ¡Es re lejos igual! Porque sino simplemente comprábamos a alguien más cerca...
Así que con mucha bronca (y tomé conciencia de que no me tenía que enojar porque me parta de Dios y no cambia nada el hecho de ir a buscarlo) me fui en auto hasta allá, salí a las 11 y recién hace un rato llegué con el artículo.
La terminal de ómnibus de Retiro está a una calles de donde yo estacioné, y para llegar ahí tenés que ir caminando, y zas! Llegás a un lugar donde hay una diagonal y no hay carteles que te digan que calle es.
Así que medio me perdí y me puse de mal humor (más aún), y no quería! Sé que hace mal a la evolución espiritual, pero me resulta difícil contener ese sentimiento, y es que me molesta muchísimo ir a algunos lugares en Capital (como a La Ferrere en zona oeste).
Llegué al lugar después de mucho caminar sin encontrar un solo cartelito de guía. Para encontrar la empresa también patee ¡No hay ningún cartel de orientación! Pregunté...
Bueno, llegué a mi casa como a las 17 hs, re cansado... la próxima compra acá a la vuelta por favor!
 
 
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