domingo, 8 de noviembre de 2015

El antiguo orgullo de ser docente

Hubo una época donde no veía la hora de ir a la escuela, donde con los otros profes estábamos orgullosos de nuestros alumnos y el nivel de juego que habían alcanzado en varios deportes; recuerdo tener grupos que podían competir tranquilamente al handball y al basquet con cualquier equipo de club de su categoría... impresionante!
Pero hoy día no puedo sacar 20 pelotas para que practiquen, porque se tiran pelotazos, se sacan entre ellos, no respetan la fila y se pelean, se insultan, hacen los ejercicios de mala gana, deciden no hacer clases si algo no les gusta, te insultan, te mandan a pasear, o de vez en cuando te tiran algún pelotazo, uf... podría seguir nombrando cosas.
HUBO UNA ÉPOCA EN QUE ESTABA ORGULLOSO DE MI TRABAJO, pero esos son tiempos de hace unos 10 años atrás...
Recuerdo la ansiedad después de las vacaciones, no veía la hora de volver a la escuela a enseñar ¡que lindo era mi trabajo!
Una vez vino una profesora de la secundaria de enfrente a recuperar una clase en el patio, así que compartimos el lugar; me acuerdo lo bien que me sentí cuando me dijo ¡Que linda clase, que ritmo y que nivel tienen estos chicos!
Y si, era sorprendente como trabajaban, como jugaban... viejos tiempos...
Hoy por hoy, no tengo ningún grado que se porte bien ¡NINGUNO! no pasa una clase sin que alguien no me mande a pasear, no pasa una semana sin que algún alumno me insulte...
No tengo ningún día en que llegue a mi casa con una voz fuerte, sana, de no haber gritado... si, tengo días mejores y peores, pero los mejores cada vez son menos, tristemente.

Extraño a mi alumnos de años atrás, extraño el respeto, el interés, las ganas de jugar de ellos, las sonrisas, la caballerosidad, el agradecimiento...

Hace muuuuuuchos años atrás que recibí mi último regalo por el día del profesor, actualmente ni se acuerdan los alumnos, triste...

No hay comentarios.:

Publicar un comentario