viernes, 5 de abril de 2019

Renovando los votos de amor por mi niña

Mientras limpiaba mi casa el día domingo pasado, encuentro unos calzados de mi hija, de cuando era pequeña, y de inmediato recuerdo un día en que la tenía a upa y juntos corríamos a su madre alrededor de la mesa.
Primero me sonreí mucho, luego recordé que estoy separado de su madre y dicho de otro modo también de ella, así que no la veo ni siquiera seguido, por mis horarios de trabajo.
Me puse tan triste que estuve varios días perdido, me costó mucho levantarme de la cama, e incluso me perdí en los días, olvidé que tenía que acompañar a Fabi a canto, olvidé el día miércoles, y muchas otras cosas que tenía que hacer.
Hoy, Gonzalo, mi profesor de canto me dio otra mirada de ese hecho, y hoy aprendí algo nuevo: en vez de verlo con tristeza, ver el hecho con la alegría del sentimiento de amor por mi hija, nada más lindo que el amor puro de un padre por su hija, a pesar de cualquier otra cosa, simplemente es amor a mi niña. Gonzalo me dijo -¡Que hermoso que sientas eso por tu hija!
Y... si... la tengo presente todos los días a pesar de que la separación con su mamá me lleva a no verla, y mis compromisos laborales me complican; por ahora es pequeña, pero en algún momento crecerá y las cosas cambiarán, pero siempre va conmigo.
Es otro punto de vista... mucho más lindo que sentirme mal por no tenerla conmigo, es saber que ese amor filial es fuerte y siempre está ahí, como una lazo que nos une a la distancia.
Ese domingo, simplemente y sin saberlo, cuando estaba limpiando la casa donde vivo hoy, recordé ese lazo que une mi alma al alma de mi hija, y que se mantendrá y fortalecerá cada día más...

Hija, te amo!

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