La cola del viento abre la hornalla
y hecha un leño;
el fuego se reanima
sus luminosas manos iluminan
hasta los árboles del atardecer;
el recuerdo es amor de mi padre,
su rostro se enciende y apaga
como una lámpara.
La mirada de esos ojos
agitan todo el cuarto como un viento
secreto.
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