Resulta que hace un tiempito atrás fui a comprar cables para armar una  red casera con mis compus; así que recorro Morón un poquito… y termino  comprando donde siempre… que es el único lugar de confianza ¿viste que  uno siempre busca un lugar "de confianza pa’comprar? bue, éste es MI  lugar de confianza…
Así que me compré el cable… y resulta que cuando  instalo todo… de noche… desesperado pa’ver funcionar mi red, chiche  nuevo! me encuentro con que después de toooooooooooodo el lío que fue  pasar los cables por los agujeritos… con lluvia… subiendome al techo de  mi casa cag… hasta las patas (el techo patinaba de mojado), cuando  quiero hacer andar la red… no anda…
La put… que lop… hij… de… la con… !!! y todo el rosario de cosas "bonitas" que a uno se le puede ocurrir…
Y  de no poder sacar el cable por la forma del tubito donde entra a mi  pieza, no me dejó otra que cortar un conector y llevarlo al otro día de  nuevo… y obvio! como lo tuve que cortar uno para sacarlo, iba a tener que  pagar de nuevo.
El asunto es que llevo el cable, y cuando lo voy a buscar, el tipo que me atiende me dice:
-Mirá, te puse los conectores pero no están siguiendo ninguna norma…
-¿Eh?
-Que  no siguen ninguna norma, es decir, están puestos para que funcione,  pero si ves los códigos de colores no siguen ninguna de las normas  dispuestas internacionalmente… lo armé así siguiendo el conector que ya estaba puesto...
Ahí ya quería pararlo, pero el tipo medio se agrandó hablando de tecnicismos, y se me plantó para dar un discurso…
-Existe  un código de colores dispuesto internacionalmente, de modo que en  cualquier parte del mundo podés saber cómo está conectada la red… -yo le  seguía haciendo gestos de que pare-, así se facilita el trabajo de  cualquier técnico para el diagnóstico -y dale pará! por favor- y la  reparación, y… bla, bla, bla… y bla, bla, bla… agrandadísimo el hombre…
Entonces medio de prepo lo interrumpi (sino, no me iba más) y le digo:
-Pero mirá que ese cable me lo armaron acá, eh!
Si le vieras la cara! se quería morir! se cayó del discurso como de la tarima, empezó medio a tartamudear y pestañar…
-Pero, cuando? co.. cómo? es que yo… yo soy el técnico acá… y eeeeh…  esteeeee… no me acuerdo haberlo armado…
-Lo retiré ayer mismo.
Medio se quedó pensando coloradísimo el hombre, miraba para todos lados.
-Aaaaah… -zafó- debió haber sido mi compañero… -y ahí nomás se dio la vuelta y sin mirarme se va atrás del mostrador.
-¿Cuanto te debo?
-No.. dejá… si decís que lo compraste acá…
Ahora,  en estos días anduve buscando un micrófono por puerto usb o por  bluetooth y llegué al mismo lugar, entro y pregunto si tenían… me dice  que no, pero ni me miró, eh! se debe re acordar! y cuando estoy saliendo  veo en una vitrina al lado de él, unos cuantos de esos micrófonos…
No volví a preguntar porque vi el precio, pero cada vez que me vea debe pensar en el papelón ese…
 
 
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