domingo, 8 de noviembre de 2015

¿Donde está mi casa?

Dice una frase japonesa "la casa de un hombre está donde está su corazón".
Cuando recién me había mudado de Morón a González Catán, me había agarrado tal depresión que lloraba por todos lados, no podía dormir, me sentía muy mal de haber dejado la casa donde había vivido 49 años... toda una vida...
Sin embargo las cosas van cambiando, ya no es lo mismo de antes desde que mi viejo se casó, las cosas cambiaron mucho.
Mi hermano tampoco va más a quedarse un fin de semana en Morón, como hacía antes, se siente incómodo de ir a quedarse con ellos, así que solo va a visitar a mi viejo unas horas y después se va.
A mi tampoco me gusta quedarme, pero extraño mucho, pero mucho, mucho, mucho a mi perrita Brisa, que tuvo que quedarse en Morón porque los dos perros de mi cuñada no se llevan con Brisa.
El caso es que ahora no me siento cómodo ni contento en Morón; ahora estoy ahí cuidando la casa, pero... no es lo mismo...
¿Donde está mi corazón? A pesar de que sé que la casa que construí en Catán no está a mi nombre, siento que mi corazón está con mi familia, obvio! mi mujer y mi hija, pero no en la casa de material, en los ladrillos, en los cimientos, nop, por ahí no es la cosa, y a veces ellas me hablan de volver a casa y respondo confundido por el concepto de casa.
Por un lado es bueno; ya me he acostumbrado a estar allá; lo único malo es que cada vez tengo más distancia con otra parte de mi familia: mi viejo y mi hermano, que son los únicos que me quedan acá, y está difícil tender un puente entre todos...

1 comentario:

  1. Es tan difícil ese sentimiento.me pasa lo mismo,y eso que estoy a unas pocas cuadras del hogar donde vivo muchos años!

    ResponderBorrar