Recién llego de dejar su cuerpecito, hace unos minutos murió mi pequinesa: Leia…
Fue  diferente que con los otros pequineses, tomé la determinación de  "ponerla a dormir" ya que hacía muuuuchos días que no comía, al punto  que de ser solo piel y huesos el veterinario no tuvo otra que inyectarle directamente al corazón, porque le iba a resultar imposible encontrar la venita…
VIVIÓ  17 AÑOS Y 6 MESES! era la más mimosita de todos los pequineses; cuando  uno se sentaba en un sillón, ella saltaba al regazo y luego se mimaba  solita con el pecho de uno, y si le acariciabas la cabeza, solita seguía  con tu mano ¡que dulce!
La voy a extrañar… me dolió muchísimo tener  que ir solo… pero… esta mañana cayó al piso gritando, se ensució toda, y  quedó ahí sin moverse más…
Estaba totalmente cieguita, pobre, y en  los últimos tiempo parecía haber quedado sorda; además, ya no se ubicaba  en la casa como antes, que iba caminando despacito y tanteando todo  hasta llegar adonde quería, ayer la perdimos y la encontramos echa un  bollito abajo de la cama de mi hermano, que seguro que no encontraba la  cuchita, pobre, y días anteriores terminaba enredada entre las plantas o  las patas de las sillas, y llamaba para que uno la fuera a buscar.
Caminé  todas las cuadras con mi bebé en brazos, y recién a mitad de camino  levantó un poquito la cabeza… no sabía como despedirme…
Adiós mi princesita…
 
 
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